Cuando trabajé en un film al lado de JULIANNE MOORE para Warner Bros


Por Israel Rolón-Barada

Los divorcios causan muchos estragos y provocan reacciones y cambios inimaginables. El cielo es el límite. Algunos realizan cambios físicos drásticos, cambian de domicilio, incluso de ciudad y de país. Otros realizan viajes terapéuticos y renovadores.

En mi caso fue diferente. A consecuencia de un primer divorcio, a mediados de la década de los años 90, lo más que pude hacer en esos momentos fue correr en dirección opuesta de lo que más quería y me llenaba hasta entonces, la vida académica. Decidí comenzar de cero metiéndome de cabeza en el mundo del turismo y de los hoteleros. Algo que me atraía para entonces, ya que es una de las industrias más importantes para la economía en Puerto Rico y me parecía, y todavía me parece, fascinante, en términos de esa interacción humana cotidiana e inevitable con un público tan amplio y diverso que, aunque estés anclado en la misma ciudad, es como si salieras de viaje todos los días.

Así daba un paso adelante a una nueva carrera profesional, excitante y novedosa para mí, en la cual pasé unos cinco años de los cuales no me arrepiento. Esta experiencia laboral fue un gran aprendizaje y una etapa vital enriquecedora en todos los sentidos. Así conocí en persona a muchísima gente interesante y personalidades internacionales como a Julio Iglesias, Lissete Álvarez, Elizabeth Taylor, Prince, Eva Marton, Paul Simon, Liza Minnelli, Shirley MacLaine, y, entre otros, a JULIANNE MOORE.

Si hay algo que como hotelero tienes que aprender y aceptar desde un principio es, precisamente, el tener que hacer de todo, no poder decir que no a nada, y estar siempre dispuesto y sonriente ante las más descabelladas peticiones y circunstancias por parte de los huéspedes y las demandas de la industria.

Un día me encontré de frente y al servicio de Warner Brothers. De momento habían decidido filmar una nueva película, que luego pasaría al olvido sin pena ni gloria, en San Juan, Puerto Rico. Entonces, viviendo en la misma antigua ciudad capital, y trabajando como gerente de un precioso hotel boutique llamado Casa San José (que ya no existe porque luego de la filmación de la película fue adquirido como hogar de uno de los dueños del Banco Popular), tuve la suerte y el honor de aprender muchísimo con sus propietarios, Jag Mehta y Simone Mehta. Un gran hotelero y una gran diseñadora de interior, respectivamente.

Así fue cuando, colaborando con Warner Brothers en la búsqueda de algunos locales específicos en el viejo San Juan, y otra serie de detalles para la realización de su nuevo film, de momento me encontré compartiendo el escenario todo un día al lado de Julianne Moore, Sylvester Stallone y Antonio Banderas. La película se llamaría Asesinos. Y todo porque al director le había llamado la atención mi parecido a Tom Hanks.

Lo que más me gustó y ahora relato con orgullo fue precisamente el privilegio y aquella grata y divertida experiencia de haber conocido tan de cerca a la gran actriz y futura ganadora de un Óscar. Sin saberlo, terminaría a su lado y con su brazo cariñosamente extendido sobre mi hombro en esta histórica foto que guardo como un recuerdo de esa etapa profesional que ahora pertenece al pasado.

De Moore recuerdo en particular su amabilidad y su sencillez. Con su preciosa sonrisa me preguntaba en inglés, dónde había estudiado. A ella, graduada de Boston University, le interesaba saber dónde yo había aprendido inglés y cuál era mi preparación académica. Le contesté sin temor alguno. Le expliqué que luego de haber estudiado en la Universidad de Puerto Rico, me había graduado de la Universidad de Georgetown, y que me encontraba en un periodo de transición como gerente de aquel hotel boutique.

Su carisma, su inteligencia, y su delicada manera de ser eclipsaban por completo al mismo Sylvester Stallone. Este feliz encuentro es un bello recuerdo de otra etapa de mi vida que atesoro con mucho cariño a largo plazo. Algunas veces se nos presenta en la vida una oportunidad de interpretar un papel inesperado que no debemos ignorar ni rechazar y el cual deberíamos realizar lo mejor posible. Espero volver a coincidir con Moore en alguna otra ocasión. Por el momento comparto esta anécdota con nostalgia y admiración a una prolifera y exitosa actriz muy especial.

SÚSCRIBETE A ESTE SITIO

SÍGUENOS TAMBIÉN EN YOUTUBE

Sólo mensajes de texto

Uso exclusivo para:

1.- Compartir información de algún evento

2.- Promociones o acciones generadas por este sitio, dirigidas a la audiencia

3.- Comentarios o retroalimentación relacionados con el contenido publicado en este sitio

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.