El recinto pasa por una restauración histórica y un grupo de investigadores trabaja en rescatar las historias verdaderas detrás de las leyendas que han resultado en gran medida falsa invención popular
Enrique Vázquez Lozano / Guadalajara
Imágenes que muestran la restauración por la cual pasa el Cementerio más antiguo e importante de Guadalajara y Julio César Herrera Osuna su actual director. Fotos: ENRIQUE VÁZQUEZ
El Museo Panteón de Belén pasa por una de las restauraciones más significativas que ha tenido en los últimos 60 años y que ha implicado una fuerte inversión millonaria inicial por parte del Ayuntamiento de Guadalajara y el gobierno de Jalisco.
Por otro lado, desde hace un año se ha constituido un grupo de investigadores que ha profundizado en develar la historia de 30 personalidades de las poco más de 2 mil 100 que se encuentran enterradas en el sitio y que develan una nueva visión, casi desconocida, de la sociedad jalisciense de finales del siglo XIX. Estas indagaciones demuestran que muchas de las leyendas que se han creado sobre personajes del cementerio son falsas invenciones populares e incluso, develan que la historia verdadera detrás de algunas leyendas resultan ser más trágicas que las leyendas inventadas .
En febrero pasado, Francisco Ontiveros director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Guadalajara compartió a este medio que tan sólo en la rehabilitación de los muros patrimoniales y la fachada principal se habían invertido ya 14 millones de pesos. “Es un proyecto que va en etapas, arrancamos con los muros patrimoniales perimetrales del Hospital Civil Viejo y y el Panteón, incluyendo la fachada principal de este último. Se ha considerado también la rehabilitación de todas las esculturas del Panteón porque la idea es convertirlo en un Centro Cultural de nivel internacional. La rehabilitación del inmueble llevará varias etapas, iniciamos el año pasado y las obras las tendrá que continuar la siguiente Administración municipal”, dijo.
Julio César Herrera Osuna, director del Museo Panteón de Belén y de la Casa Museo López Portillo detalló: “Es la rehabilitación más importante que se ha hecho al Panteón de Belén en los últimos 60 años, por lo menos. Todo se ha dado en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se han hecho acciones de conservación y mantenimiento general de la estructura arquitectónica de la zona de los columbarios. En los techos se realizó la reposición de losetas de azotea dañadas por el paso del tiempo, se impermeabilizó el techo, se está haciendo restauración de muros laterales interiores y exteriores. Se hizo la rehabilitación completa de la fachada. En coordinación con el Gobierno del Estado de Jalisco se rehabilitó la barda colindante con el Antiguo Hospital Civil Fray Antonio Alcalde de Guadalajara. Se trata de una restauración especializada, en todos los sentidos”. El funcionario mencionó que en la vía de convertirse en un Centro Cultural de carácter internacional, desde hace varios meses la Capilla de Santa Paula ha albergado con más frecuencia exposiciones temporales de artistas locales, incluso actualmente puede visitarse la exposición Muestra de la imprevista intervención artística en el Proyecto IFGA de Iván Goan.
Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco había anunciado ya desde junio del año pasado que el proyecto de reconstrucción integral del Antiguo Hospital Civil que tiene que ver con la remodelación, modernización y expansión de los Hospitales Civiles de Guadalajara, había significado hasta esa fecha 2 mil 400 millones de pesos (mdp) y aseguró que no se había hecho una inversión así en los más de 200 años de existencia del nosocomio.
LA HISTORIA DETRÁS DE LAS LEYENDAS DE UN PANTEÓN QUE SE MODIFICÓ SUSTANCIALMENTE AL MENOS, EN TRES OCASIONES Y DE LAS CUÁLES SE CONOCE CON MÁS DETALLE SU ÚLTIMA VERSIÓN DEL SIGLO XIX
Nunca existió el Niño Nachito, ni El vampiro, ni la empresaria rica enterrada viva, o al menos no están enterrados en donde las leyendas pregonan, se trata de falsas invenciones populares que algunos escritores y editoriales han alentado y los han llegado a convertir en pequeños libros que vendedores ambulantes ofrecen a los visitantes durante los recorridos que el Panteón de Belén realiza de manera permanente desde hace varios años.
Lo que sí es verdad y tal vez se menciona poco es que en el Panteón de Belén está la tumba de Archibald J. Rice, nieto de una de las condenadas de Salem, la tumba de Justo Corro (1794-1864) ex gobernador de Jalisco y ex presidente de México por un periodo de poco más de un año a partir de 1836. También ahí está enterrado uno de los fotógrafos de Maximiliano de Habsburgo y existe un Mausoleo en el que yacen los restos de las mujeres empresarias y sufragistas jaliscienses más exitosas del Siglo XIX.
Eloy de la Torre, quien fue nombrado hace un año, Jefe de Investigación y Museología de la Casa López Portillo y del Panteón de Belén y dijo en entrevista, que coordina un grupo de investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), que se han dedicado a rescatar la historia de 30 de las 2 mil 100 personas que están enterradas en el Panteón de Belén, al igual que la historia de algunas familias que formaban parte de la servidumbre de la Casa Museo López Portillo. “Lo primero que encontramos es que las historias verdaderas en algunos casos son más trágicas que las leyendas. Partimos de las leyendas para saber cómo se crearon y descubrimos varias cosas interesantes», dijo.
El experto agregó que el actual lugar en el que se ubica el cementerio al cual se accede por la calle de Belén 684, tuvo esta vocación desde el siglo XVII y que a lo largo de su existencia se modificó sustancialmente al menos durante tres ocasiones y que lo que se conoce hoy es la última versión proyectada por el obispo Fray Antonio Alcalde y Barriga. que funcionó oficialmente de 1848 a 1896.
EL VAMPIRO DEL PANTEÓN DE BELÉN QUE NUNCA EXISTIÓ
“En ningún momento de la Guadalajara de finales del Siglo XIX o principios del XX la prensa de la época habla de que haya habido una especie de pandemia con personas desahuciadas por falta de sangre. Recordemos que Guadalajara era muy pequeña y había muchos diarios y todo suceso importante para la vida pública se reflejaba en esas páginas. Si realmente hubiera sucedido algo así habría información al respecto. La leyenda del Vampiro del Panteón de Belén comenzó a aparecer hacia los años cincuenta o sesenta, después del estreno en México de la película El vampiro (1957) de Fernando Méndez protagonizada por Germán Robles”, dijo De la Torre.
El investigador detalló que realmente en ese sitio en el que se señala que está enterrado El vampiro sobre el cual creció un portentoso árbol que incluso, erróneamente, se dice que si le cortas una rama, destila sangre, estuvo enterrado el General Manuel Piélago quien mató a José Ignacio Herrera y Cairo.
“Herrera y Cairo fue uno de los gobernadores más queridos de Jalisco. Cuando ya se había retirado y se dedicó a la agricultura en Ahualulco de Mercado, mediante intrigas elaboradas por quienes no lo querían, lo señalaron ante el gobierno federal que no veía con buen agrado que en Jalisco alentara el federalismo, en contra del centralismo existente, como un rebelde que se pretendía alzar en armas. El gobierno federal mandó al General Manuel Piélago a apresarlo. Cuendo Piélago lo captura, lo droga y lo mata. Aunque logra inculpar a alguien más y escapa, no lo consigue, lo apresan más tarde y amigos y simpatizantes con las ideas de Herrera y Cairo ordenan que lo cuelguen en Palacio Municipal de Guadalajara ante la vista de la gente. Cuando lo cuelgan, la soga se rompe. La Ley de entonces decía que si al primer intento de la ejecución, el condenado no se moría, podían dejarlo libre, sin embargo el odio de los jaliscienses hacia Piélago era tanto, que lo vuelven a colgar y continúa sin morirse, hasta que ordenan al verdugo ultimarlo con un disparo. Piélago fue enterrado en el Panteón de Belén. El cuerpo de Herrera y Cairo permaneció sepultado en Ahualulco hasta 1892, luego cuando decidieron trasladarlo al Panteón de Belén en Guadalajara, un grupo de seguidores de Herrera y Cairo que se dio cuenta que enterrarían al ex gobernador de Jalisco en el mismo cementerio que su asesino Piélago, acude al cementerio, localiza la tumba del general Piélago y exhuman sus restos para pisotearlos y esparcirlos por toda la ciudad. En el lugar dejan sólo tierra revuelta sobre la cual, con el tiempo, creció el gran árbol que hoy puede admirarse.
EL NIÑO NACHITO QUE TEMÍA A LA OSCURIDAD Y MURIÓ A CORTA EDAD NO ESTÁ ENTERRADO EN LA TUMBA QUE LA LEYENDA PREGONA
“En la tumba de Nachito, realmente está enterrado un médico pediatra que murió a los 62 años, yace con su esposa y sus seis hijos. La tumba tiene como elemento decorativo un sarcófago persa que es de pequeñas dimensiones en relación al cuerpo de un adulto pero, no es que se trate de la tumba de un niño. Hay varias tumbas en el Panteón de Belén que tienen ese elemento decorativo de un sarcófago pequeño, recordemos que en el siglo XIX había un interés por recrear arquitectura gótica, románica o como es el caso implementar elementos exóticos como estos sarcófagos persas”.

LA EMPRESARIA RICA ENTERRADA VIVA ES UNA VERDAD A MEDIAS CREADA POR LOS RUMORES DE LA GENTE
“En la tumba que se dice fue enterrada viva una mujer rica por sus propios hijos que quisieron arrebatarle su fortuna, realmente está enterrada Victoriana Hurtado, la mujer ceramista más importante del Siglo XIX que recibió también el mismo reconocimiento y los mismos honores por su trabajo , el mismo día que los recibió el ceramista Pantaleón Panduro. Los dos fueron invitados a Chicago y París después de ese reconocimiento que recibieron, sólo que Hurtado no viajó por el estado de salud en el que se encontraba. Hurtado era una de las mujeres más influyentes del barrio de Jesús, de hecho el barrio debería llamarse Barrio de Jesús de Hurtado por todas las obras que realizó en beneficio de la colectividad”, dijo De la Torre y agregó: “La tumba tiene tallada una mano sosteniendo un pergamino que hace alusión al diploma y reconocimiento que Hurtado recibió como ceramista empoderada. Su testamento fue muy equitativo y los herederos nunca tuvieron problemas al respecto”.

TE PRESENTAMOS UN PUÑADO DE PERSONAJES POCO CONOCIDOS QUE YACEN EN EL PANTEÓN DE BELÉN
“José Justo Corro, es el único padre de la patria que no está en la Columna de la Independencia y que murió tranquilo en su casa de Guadalajara en 1854. Fue presidente interino en 1836, por poco más de un año pero, en el tiempo que estuvo, logró hacer que España y el Vaticano reconocieran a Mexico como una nación independiente. Formó parte del Congreso Constituyente de 1824 que declaraba que podían votar las mujeres mayores de 21 años y casadas y fue uno de los que se opuso a la venta de los territorios del Norte de México a Estados Unidos”, detalló De la Torre.
Imágenes de las gavetas de Justo Corro, Archibald J. Rice, de la tumba del fotógrafo de Maximiliano, del Mausoleo de algunas de las mujeres empresarias jaliscienses más destacadas del siglo XIX, de los benefactores Joseph Johnston y Jean Young y retrato de Eloy de la Torre investigador del Museo Panteón de Belén. Fotos: ENRIQUE VÁZQUEZ
“El Panteón de Belén alberga el Mausoleo de las mujeres empresarias y sufragistas de Jalisco más influyentes del Siglo XIX como Nicolasa Felícitas Ramírez, conocida como Nicolasa Cuervo, esposa de Florentino Cuervo, filántropa, gran impulsora de las Bellas Artes y defensora del Sufragio Efectivo, dueña de la Hacienda del Carmen entre y 1863 y 1883” dijo De la Torre y añadió: “Está también Francisca Labastida, una de las primeras mujeres exportadoras de Tequila y María Magdalena Cuervo también muy destacada por su labor empresarial”.
Otros de los personajes enterrados en el Museo Panteón de Belén son uno de los fotógrafos de Maximiliano de Habsburgo, que incluso la tumba tiene incrustado un daguerrotipo de un autorretrato, la poetisa Guadalupe Portillo de Vizcarra, Archibald J. Rice nieto de una de las condenadas de Salem, quien pidió que en su lápida grabaran la leyenda: “Born at Salem. Mass.”, al igual que la pareja de escoceses Joseph Johnston y Jean Young, benefactores del Hospital Civil por muchos años, que se encuentran en las llamadas Gavetas del amor eterno. La pareja que se instaló en Guadalajara hizo muchas obras de caridad a enfermos del Antiguo Hospital Civil. La estimación que sembraron entre la gente a la que ayudaron ha trascendido el tiempo, al grado que en la actualidad hay personas que les siguen solicitando favores y les veneran como si se trataran de santos, llevándoles regalos por favores recibidos.

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