Archivo de la etiqueta: Hurgar con catalejos

Ramón Gil Olivo


Hurgar con Catalejos /Columna de opinión

Por Amado Aurelio Pérez

RAMON GIL OLIVO, autor de volúmenes como Dientes de Perro Dientes de perro (1986), L´homme sur la plage (1998), Un país llamado Amérika (2001) y El invicto (2003). Es autor de varios libros teóricos sobre cine y guión cinematográfico, además de  dirección, edición en producciones cinematográficas.

Nacido en Zamora, Michoacán (1945), Ramón Gil Olivo, Doctor en Ciencias Humanas por la Universidad de Silesia, República Popular de Polonia y profesor Investigador del Departamento de Imagen y Sonido de la Universidad de Guadalajara, publicó 1985; Cine y lenguaje: hacia una teoría del espectador competente.

“No hay nadie en este mundo dominado por la técnica que no haya sufrido la influencia del cine. Incluso no habiendo ido nunca al cine en su vida, el hombre sufre su influencia.

Las culturas nacionales en general no se han resistido a una cierta manera de vivir, a un cierto moralismo y sobre todo al fantástico estímulo dado por el cine a la imaginación. No se puede sin embargo hablar de cine sin hablar de cine americano. Esta influencia del cine es una influencia del cine americano, con esta forma agresiva y difusa de la cultura americana en el mundo. Y esta influencia ha afectado incluso al público americano hasta el punto de que, ya condicionado, pide al cine una imagen a su semejanza.”[1]

A ochenta años de su nacimiento, quisiera compartir con ustedes un par de reflexiones que me parece, marcan el pensamiento de un hombre de acción, un luchador social, que irguió su voz en contra de la censura; Y al testimoniar, vivenciar, y sentir; es todo aquello que a través del lenguaje puede hacer la literatura.

Para Ginzburg, lo que caracteriza al saber cinegético es su capacidad para remontarse a partir de datos experimentables, pero aparentemente  secundarios,  hasta llegar a una realidad compleja, no experimentada en forma directa, y agrega que el  observador organiza esos datos de tal manera que consigue una secuencia narrativa.

 “La censura es una parte de la represión, y siempre acompaña a ésta hasta sus niveles más cruentos. Pero la represión posee muchas caras. La represión administrativa, física y política es más que suficientes para asfixiar y destruir a un individuo, a una organización y paralizar, deformar o desalentar las expresiones culturales que representan.

“El cine es algo más que una forma de expresión cualquiera. No solamente se diferencia del lenguaje oral en el hecho de que éste tiene que ver con formas de carácter auditivo y aquél con formas de carácter visual, sino que a su vez se diferencia de otras expresiones igualmente visuales, tales como la pintura y la escultura debido a la capacidad que posee el cine para describir acciones en espacios y tiempos supuestos, organizando secuencias y cuerpos narrativos complejos. Esta capacidad es sustancial al concepto de narratividad, lo que de hecho vincula el cine más al campo de la literatura que al de otras artes en cuanto a que la capacidad de narrar, independientemente del medio utilizado y de los sentidos que compromete, tiene más que ver con estados mentales adquiridos por la especie a lo largo de su evolución. El poseer una tecnología -tal como ocurrió

1,700 años a. de C. con el alfabeto, hace 540 con la imprenta y actualmente con el cine- ofrece a quienes la poseen, mayores posibilidades de ejercer esa capacidad de narrar y de interpretar el mundo”.[2]

Hacer cine siempre ha sido el resultado de las ideas de una clase dominante y de sus relaciones de subordinación respecto a las metrópolis dominantes. (particularmente en Latinoamérica de los setenta y ochenta).  Si se desea analizarlo con profundidad, resulta imposible referirse a ese cine sin situarlo en el ámbito económico, político y cultural donde se desarrolla (o intentó desarrollarse).

Por esta razón la mayoría de los países latinoamericanos jamás registraron en imagen fílmica los momentos más importantes de su historia contemporánea. En 1988 ganó el premio de Cuento de la Revista Plural que dirigía Jaime Labastida Ochoa, resalto que su obra ha sido traducida al francés y de los 22 títulos que le fueron publicados, 19 son de investigación cinematográfica y tres de creación literaria, Dientes de perro (1986), L´homme sur la plage (1998), L’engagement de l’auteur dans la vie politique de son pays l’a conduit à écrire un recueil de nouvelles. «L’Homme sur la plage » est son premier ouvrage.»…II descendit les marches quatre à quatre en se cognant contre le mur dans l’obscurité. Il allait arriver au rez-de-chaussée lorsqu’il les entendit grimper l’escalier dans une cohue sauvage. (…) I1 ralentit le pas, chancelant, bouche ouverte, à bout de souflle. Il trébucha sur les rails, traversa


[1]Rocha, Glauber, Revisión crítica del cine brasileño, prolog. Alex Viany, ICAIC, La Habana, 1965. Citado R.G.O.

[2] Gil Olivo Ramon. El Nuevo Cine Latinoamericano (1955-1973): Fuentes para un lenguaje http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/comsoc/pdf/16-17_1993/105-126.pdf

El contenido y las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva

Hurgar con catalejos. Crónica de una derrota


Por Amado Aurelio Pérez

De acuerdo al sentido común desarrollado, escribo esta columna, bajo la advertencia que faltan aún diez días para la elección.

Con la premisa de que la política no puede ejercerse si no hay sustento moral, los partidos políticos pretendieron comprar con miedo y dinero, la presidencia de la República.

 Independientemente de creer o no en la posibilidad de éxito del proyecto de transición, de nuestra joven democracia, muchos de los precursores del movimiento se transformaron en sus acérrimos enemigos: El Partido Acción Nacional, El Partido Revolucionario, y mismo Partido de la Revolución Democrática, con criterios simplistas y sin distinción ideológica, hicieron coalición.

Llamaron fuerza y corazón por México al hecho de formar una alianza opositora que no blindó por sí misma, las convicciones de sus integrantes y los dueños de las tiendas donde a través de los medios de comunicación pretendieron vender ánimo, optimismo y esperanza, paralizaron con las cupulas de los partidos políticos al poder legislativo, en su intento de frenar la 4T.

No es mi intención aquí, volver a los aspectos más conocidos de las descalificaciones, con que se equivocan al realizar el diagnóstico del sexenio que está por concluir. Llamar Narco Estado en el contexto del continuo enfrentamiento entre el Poder Judicial de la Federación (PJF) y el Poder Ejecutivo, lejos de comprenderse como un termómetro de los deterioros sociales, convirtió en botín, con sentido patrimonialista las instituciones del ESTADO. Incluyendo por supuesto al mismo poder legislativo.

Que la clase política reconozca los problemas de la Nación y actúe para resolverlos, obliga a que se olviden de pensar que el gobierno es de su propiedad.

Los mercadólogos se equivocaron al adjetivar la candidatura de Xóchitl Gálvez, como la candidatura de la mujer llena de virtudes morales, pretendieron que los electores pasen por alto, los defectos de una candidatura mal cuajada, para utilizar sus propuestas.  Lejos de ocurrir de forma natural y automática, este encuentro, alianza o corazón por México, provocó su derrota, faltó tacto político: son errores experiencias que asimilar.

Nos vemos en la casilla el próximo dos de junio. 

SÚSCRIBETE A ESTE SITIO

SÍGUENOS TAMBIÉN EN YOUTUBE

Sólo mensajes de texto

Uso exclusivo para:

1.- Compartir información de algún evento

2.- Promociones o acciones generadas por este sitio, dirigidas a la audiencia

3.- Comentarios o retroalimentación relacionados con el contenido publicado en este sitio